Los bloques de construcción son un ejemplo clásico de juguete Montessori. Generalmente, estos bloques son simples, de formas geométricas variadas y están hechos de madera natural. Al jugar con ellos, los niños desarrollan la motricidad fina y la coordinación mano-ojo, además de aprender conceptos básicos de física y matemáticas, como el equilibrio y la simetría.